Si quieres que tu padre se relaje en casa, regálale lámparas de sal y cuantas más mejor!!!
Y si no es a tu padre a quien quieras, porque estás regalando el bienestar de la naturaleza.
Las lámparas de sal nos proporcionan el mismo bienestar que sientes cuando estás cerca de una cascada, de un arroyo, en un bosque, en la playa... La atmósfera de estos lugares está cargada de iones negativos por el movimiento del agua, del viento, los árboles, etc... Y estos iones negativos son los encargados de liberarnos y limpiarnos física, psíquica y emocionalmente.
Las lámparas de sal también emiten iones negativos a la atmósfera, por ello, además de limpiarnos a nosotros, también limpian nuestro hogar y/o lugar de trabajo a estos tres niveles.
A nivel energético, ejercen una eficaz limpieza y protección constantemente. A nivel emocional, su luz apacigua nuestro sistema nervioso, relajándonos y facilitando el sueño, mejorando así nuestro estado mental y viéndose reforzada la memoria. A nivel físico son desodorizantes y destruyen los ácaros del polvo y es sal, lo que nos ayuda con las alergias, mejoran ciertos problemas respiratorios y refuerzan el sistema inmune.
Y si tienes problemas con la tensión arterial, puedes aderezar tus platos con sal rosa del Himalaya, ya que contiene menor cantidad de sodio que la sal común, además aporta una larga lista de minerales a nuestra dieta: calcio, magnesio, potasio...
Con la sal rosa del Himalaya en cualquier formato siempre acertarás.
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