Todos hemos oído hablar alguna vez del poder de la luna y de sus diferentes fases. De su influencia en nuestra vida y en nuestro día a día. La magia, el esoterismo, la brujería y muchas
otras tradiciones en las que se mueven energías están relacionadas con la influencia lunar.
La mayoría del mundo conoce las cuatro
fases de la luna; la luna nueva, la luna llena, cuarto creciente y cuarto
menguante, siendo las más populares la luna nueva y la luna llena. Además hay quien distingue cuatro fases más, dividiendo el ciclo lunar en ocho
fases en total a las que se les da diversos nombres. En el esoterismo, el número 8 representa un
gran poder de transformación, el final e inicio de un ciclo, el renacimiento y
el juicio, el flujo y reflujo de la vida, lo que se nos da y lo que hacemos con
ello, el movimiento de la respiración, el ciclo.
La luna y sus 8 fases
Creciente, Cuarto Creciente, Gibosa, Llena,
Diseminadora, Cuarto Menguante, Balsámica y Nueva.
A estas 8 fases podríamos añadirle también la
temida Luna Negra y que podríamos considerar como un sub-estado de la Luna
Nueva. Cuando no encontramos la Luna es el momento perfecto para hacer desaparecer, menguar y eliminar todo
aquello que queramos. En magia la solemos usar para cortar todo lo negativo así
como para acabar con maldiciones y magia negra.
Durante este periodo tenemos una ocasión excelente para conseguir deseemos, rodearnos de una energía favorable y alejarnos de todo aquello que nos perjudique, las enfermedades, los enemigos, los celos, etc.
Próximamente publicaremos nuevos artículos sobre la luna y el amor o cómo canalizar la energía lunar.